Licenciatura en Educación primaria
Algunas explicaciones sobre el método de elaboración del plan
- Presentación
En este documento se presenta el nuevo plan de estudios para la formación inicial de profesores de educación primaria, a la que corresponde el grado académico de licenciatura. Producto de un largo proceso de consultas y de la aportación de numerosos maestros, especialistas y autoridades educativas de las entidades federativas, el plan incorpora en particular opiniones y sugerencias que fueron expuestas en relación con una última versión para consulta, que se analizó ampliamente a finales del ciclo escolar 1996-1997. De acuerdo con las disposiciones de la Ley General de Educación, este plan de estudios tendrá vigencia en todos los planteles públicos y privados que ofrecen la formación inicial para profesores de educación primaria en el nivel de licenciatura. La aplicación del plan se inició en el ciclo escolar 1997-1998, con los estudiantes inscritos en el primer grado, y se extenderá progresivamente un grado cada ciclo escolar, hasta alcanzar su aplicación plena en el periodo 2000-2001. Este plan forma parte del Programa para la Transformación y el Fortalecimiento Académicos de las Escuelas Normales desarrollado por la Secretaría de Educación Pública, en coordinación con las autoridades educativas de las entidades federativas, cuyas acciones iniciales se llevaron a cabo desde agosto de 1996 y que continuarán durante la actual administración del gobierno federal. El programa, cuya estructura se describe más adelante, se deriva de los compromisos expresados en el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000. Este documento consta de las siguientes partes: En la primera sección se analizan las tendencias centrales de la evolución de las instituciones normalistas desde su fundación y las diversas funciones que éstas han cumplido, en contextos sociales y políticos sujetos a intensos cambios históricos. Se expone un balance de las transformaciones y problemas experimentados por las escuelas normales a partir de las reformas académicas que se introdujeron en 1983 y 1984, con referencia particular a las escuelas formadoras de licenciados en educación primaria. Esta sección termina con una explicación sucinta de las razones que llevan al establecimiento del Programa para la Transformación y el Fortalecimiento Académicos de las Escuelas Normales, marco en el cual se ubica la presente propuesta de plan de estudios, y se describen los componentes de las cuatro líneas principales de trabajo que conforman dicho programa. En la segunda sección se presenta el plan de estudios para la formación inicial de profesores de educación primaria. En el capítulo uno se expone la lógica seguida en la elaboración del plan, conforme a la cual el punto de partida es el perfil del maestro que la educación mexicana requiere hoy y para el futuro. Los rasgos de este perfil se enuncian en el capítulo dos. En el capítulo tres se explícitan los criterios y orientaciones que, a partir del perfil deseable del maestro, contribuyen a acotar y definir el plan de estudios.
Asimismo, se señalan algunos rasgos de la organización y el trabajo académicos que son necesarios para que exista congruencia entre lo que se pretende y lo que se logre en la formación del nuevo maestro. En el cuarto capítulo se exponen los elementos centrales en la organización del plan de estudios y se presenta el mapa curricular. En el capítulo quinto se describen los propósitos y los contenidos básicos de los componentes curriculares. Un elemento esencial en el diseño de este plan de estudios han sido las aportaciones de un amplio proceso de consulta, mediante un análisis conjunto e intercambio de puntos de vista, que se inició en agosto de 1996. Con la participación de las autoridades educativas de las entidades, se realizó una primera etapa de consulta, a partir de documentos de trabajo preparados por la SEP. Se obtuvieron opiniones de las comunidades normalistas y de profesores en servicio, así como de distinguidos maestros eméritos y de especialistas, y después, en los primeros meses de 1997, se realizaron talleres de trabajo con 400 maestros de las escuelas normales públicas y privadas que ofrecen la licenciatura en educación primaria. Este proceso culminó en reuniones de trabajo con los directores de cerca de 200 planteles públicos de educación normal, en las cuales se analizó un documento en el que se plantean con precisión los rasgos del perfil esperado en los profesores que egresen con el nuevo plan de estudios y las orientaciones académicas para su diseño y organización. En especial, se tomaron en cuenta los valiosos puntos de vista, expresados en diferentes reuniones y documentos, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Las opiniones expresadas por estos sectores contribuyeron a precisar, reformular y mejorar la propuesta inicial y a establecer los demás componentes del plan de estudios: el mapa curricular, la definición de las asignaturas, la carga horaria, así como las condiciones para su aplicación. Como se señaló antes, una etapa final de discusión y análisis se realizó en junio y julio de 1997, en torno al documento subtitulado “Versión final para consulta”. Para este propósito se realizaron dos nuevas reuniones nacionales con los directores y subdirectores académicos de las escuelas normales públicas y se obtuvieron propuestas y observaciones en numerosos grupos de maestros de esos mismos planteles. Fue especialmente valiosa la aportación de un distinguido grupo de maestros eméritos, de larga trayectoria en la educación normalista. Muchas de las sugerencias y propuestas recibidas en esta última etapa fueron incorporadas al presente documento, eliminando insuficiencias e imprecisiones y mejorando la calidad general del plan de estudios.
Para la elaboración del nuevo plan de estudios de la Licenciatura en Educación Primaria se ha adoptado una lógica de trabajo. Conforme a ésta el punto de partida del currículum es la definición del perfil del profesional de la educación que se aspira a formar, y el punto de llegada la selección y la organización, en un mapa curricular, de los contenidos, las actividades y las experiencias formativas que con mayor probabilidad permitirán lograr los rasgos del perfil deseable. Este planteamiento no es novedoso. Sin embargo, conviene insistir en que ése ha sido el esquema que se ha aplicado de manera sistemática en este plan de estudios, ya que en los hechos ha sido frecuente que los cambios curriculares, realizados en diversos campos de la educación superior, empiecen justamente por el final. Lo más común ha sido que la determinación de las asignaturas y el espacio que cada campo disciplinario ocupa sean motivo de intensas discusiones y se trabaje sobre supuestos imprecisos, a veces irreales, sobre el papel que cada contenido disciplinario desempeñará en la formación de los estudiantes. Dado que en estos casos se sigue un procedimiento de agregación de contenidos, organizados cada uno bajo lógicas distintas, resulta muy poco probable que los estudiantes puedan construir progresivamente una estructura coherente de conocimientos, capacidades y actitudes, a partir de la materia prima que les ofrece el estudio de las asignaturas. Conforme al método aquí adoptado, en un primer momento se han definido con la mayor precisión posible los rasgos del maestro de educación primaria que México requerirá en el futuro inmediato. Esos rasgos responden no sólo a las necesidades de conocimiento y competencia profesional que plantea la aplicación del currículum de la escuela primaria, sino también a las actitudes y valores que caracterizan al buen educador en el ámbito más amplio de sus relaciones con los niños, con las familias y con el entorno social de la escuela. Igualmente se consideran las capacidades que permiten el aprendizaje permanente, tanto a partir de la experiencia como del estudio sistemático, y que deben estar presentes en todo profesional de nivel superior. En segundo lugar, se han establecido algunas características de la organización del currículum y del trabajo académico, de cuya existencia depende que los rasgos del perfil profesional puedan realmente ser logrados por los alumnos. Estas características, definidas en el capítulo “Criterios y orientaciones…”, se refieren tanto al tipo de contenidos y actividades incluidos en la formación, como a la naturaleza de las diversas formas de enseñanza y aprendizaje que son congruentes con los propósitos que guían la educación del normalista. Finalmente, los dos componentes anteriores, perfil y criterios, se utilizan como referentes para la selección precisa de contenidos y actividades de enseñanza, para el establecimiento de interrelaciones y secuencias entre ellos y la definición del mapa curricular que será la base para la programación de las actividades académicas en las instituciones.